Cuando el amor se da totalmente, todos los afectos danzan en sublime alagarabía, el corazón es el que rige los sentimientos, lloro, rio, canto y él aún allí entregándose completamente sin reparar en energías, derrama la felicidad y el tormento, ambos fusionados para exacerbar el sentir.
Toda entrega de piel, de humedad, me concede la gloria de ser protagoista de la vida, la unión de dos cuerpos abrazados, entregándose en éxtasis de pasión incomparable, con el único objetivo de no aceptar intromisiones, defendiendo su intimidad para poder procrear su propio delirio.
Ven a mi querido amor, la soledad me abruma, te necesito con urgencia, tengo demasiados afectos y sentimientos que entregarte, solo tu eres capaz de resguardarlos, no me faltes y cuando me estés rondando, dame una señal definitiva para reconocerte entre tanta falsedad y no equivocar mi camino.
La Amante del Tiempo.
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