lunes, 22 de agosto de 2011

LOS JOVENES




LOS JOVENES



La dinámica que hoy en día mueve a los jóvenes, no solo de este nuestro querido país sino del mundo entero, hacia ese repunte por defender las raíces familiares, esas que les fueron transmitidas desde el mismo instante de su concepción y que se supone es el gran tesoro heredado a través de tantas generaciones anteriores.


En los últimos tiempos se ha venido observando una descomposición que definitivamente dió comienzo en el núcleo familiar y debido a ese desvío social, se ha ido originando una transmisión de las principales causas siendo una de ellas el descalabro en la escala de valores o al menos una de las que más ha contribuido a que se efectúen esos cambios tan radicales en los Patrones de Comportamiento y de Conducta en nuestros jóvenes.


Pienso que así como hay muchos de nuestros jóvenes que defienden sus propios credos y luchan por mantener sus ideologías dentro de un orden que abarque a su entorno familiar, extensible hasta simples conocidos, también hay otro grupo que contraviniendo todo aquello que le fuera inculcado, se han volcado de una forma irreverente y bizarra a ejecutar acciones y tomando actitudes que lejos de lograr valorar esas creencias que les heredaron, lo que han logrado es ocasionar mucho daño y dolor, no solo a su entorno familiar, sino también a muchos inocentes que la causalidad o las circunstancias de la vida les pusieron en su camino.


Queridos jóvenes, ustedes son la esperanza del futuro, nosotros los que ya cumplimos nuestra misión primaria y que ahora estamos culminando nuestro trayecto de vida, solo queremos tener la certeza de que ustedes, como herederos nuestros no solo familiarmente, sino también como sobrevivientes de este maravilloso mundo, sabran ser los mejores ejecutores de las transformaciones necesarias que las circunstancias de la vida les vayan exigiendo para los años venideros, nuestra mayor aspiración es dejarles el mejor legado de vida, que no es otro que una empatía unificada para que todas las decisiones que se ejecuten en el futuro, sean las más acertadas para consolidar el mayor cúmulo de bienestar para ustedes y para todos los que posteriormente sean sus descendientes.


Nuestra mayor herencia como adultos, es lograr dotarlos de los mayores conocimientos, infundirles los más grandes y desinteresados sentimientos, despertarles el afecto personal y la auto-estima para que aprendan a valorarse a sí mismos y de esa manera puedan querer a sus semejantes y por último desarrollar un especial comportamiento en la convivencia humana, entendiendo que todos somos iguales, muchos con algunas carencias tanto físicas como humanas, pero seres que al fin y al cabo tenemos la obligación de amparar velando siempre por la igualdad para poder consolidad lo que todos conocemos como la verdadera convivencia y por ende lograr alcanzar la tan deseada felicidad.


La Amante del Tienpo.