"LOS AMANTES"
El amor es una fragancia afrodisíaca y como tal produce diferentes efectos alucinógenos a los amantes. Este es un sentimiento netamente individual que cuando nos avisa de su llegada, entonces comenzamos a padecer una mezcla de placer agridulce, pues cuando el objeto de nuestro sentir está cerca de nosotros sentimos que tocamos los dinteles de la gloria, pero cuando vemos que el tiempo culminó su espacio y se retira, es cuando la soledad y la angustia se apoderan de nuestra mente dejándonos con dificultad para respirar y experimentando la sensación de una lanza que nos atravieza el alma.
Cada amante desarrolla sus propias técnicas de amar, encuentran las palabras, gestos, detalles propios que generan una especie de costumbre al momento de manifestar su afecto. Generalmente los amantes comienzan su recorrido en el mundo oculto del amor, porque piensan que carecen de algún tipo de situación afectiva y necesariamente sienten que les falta algo primordial para experimentar y manifestar plenamente su amor.
Ni los límites, ni las fronteras tanto de sentimiento como de distancia existen para los amantes, ellos defienden su espacio y consagran el placer de una caricia, un beso ó una entrega total con el ansia desmedida de dar y recibir todo aquello que buscan denodadamente.
Es común que en el trásito de nuestra vida, todos los que comenzamos a caminar las veredas del amor tengamos un amante, es ese el momento en que nuestra inocencia emigra para dar paso a la sensación más divina que el ser humano haya podido experimentar. Poder dar rienda suelta a nuestra imaginación, vivir el miedo que algunos más osados quieren sentir, ese consumir gota a gota toda esa pasión que se apodera de nosotros, para que después de consumado el acto sexual podamos comprender y aceptar una de las más poderosas causas por las cuales existimos.
Entre amantes no hay mezquindad, se dá y se recibe en la misma medida, el desprendimiento es total y el único fín que se persigue es aprovechar al máximo el tiempo al lado de su amor.
Luego en el transcurrir del tiempo, cuando ya alcanzamos la madurez y nuestra propia naturaleza nos avisa que es el momento de comenzar nuestra vida fundamentada en otras vivencias donde los cánones existentes imponen sus propias reglas, es cuando constituimos nuestro futuro a través de una estabilidad emocional, muchos cimentarán sus bases con el que antaño fue su amante, pero habrán otros que en el camino de su existencia, se toparán con la persona que lo acompañará en adelante.
Sea cual fuere la situación que se presente, definitivamente ese tiempo que vivimos a plenitud y que nos hace sentir consagrados en el amor, nunca lo olvidamos, aún en el ocaso de nuestra vida siempre hay algún momento para evocar ese tiempo y a esa persona que nos encaminó por el maravilloso mundo del amor.
Dedicado a todos los Amantes.
La Amante del Tiempo.
