miércoles, 4 de agosto de 2010



RECUERDOS Y AÑORANZAS.


Divagando en los recuerdos, unos tal vez lejanos otros
quizás más cercanos al presente, entendí que muchos
de ellos me remontan a momentos sublimes y gratos,
a lugares fantásticos que provocan recuerdos que
marcaron mi recorrido en esta vida y que terminé
por añorar.


También están los menos gratos, esos que me hieren
y provocan a pesar del tiempo gran pesadumbre y
tristeza en mi yo interno. Por momentos siento que el
alma me duele y que la impotencia al recordar todo
lo vivido, me minimiza y me hace sentir que al final,
me quedo con las manos vacías.


Gran parte de la vida es carencia, el corazón gime ante
tanta dolencia, el intelecto en ocasiones se nubla ante
el rechazo y la ausencia de lo tanto deseado, pero la vida
me obliga a continuar, aún a costa de todo lo vivido.


Añoro la Paz, ella es la única que puede calmarme
y cerrando los ojos me entrego a los recuerdos, es
cuando deseo recuperar tanto amor perdido, pero ya
es tarde, su esencia y fragancia afrodisíaca ya se
evaporó con el tiempo.

La Amante del Tiempo.