DORMIDA


Presiento que mis ojos están cerrados,
que el momento del sueño reclama su espacio,
en medio de todo mi sentir,
él no me da descanso.

Sueño con un nuevo porvenir,
pero el tiempo (ese que es mi amante)
no me lo permite,
defiende su lugar sin apiadarse de mí.

Despierto y por momentos,
lo único que quiero es descansar,
los años van llegando y haciéndose sentir
las satisfacciones personales también las oigo reír.

Dormida paseo por lugares paradisíacos
disfruto de cosas que aún desconozco,
llegan a mi recuerdos del pasado,
que sin provocación alguna evoco.

Es el momento perfecto para encontrar el amor,
él se esconde en el laberinto de mi mente
y solo sale a otear,
cuando solo soy una simple durmiente.

                                                              

La Amante del Tiempo.