jueves, 22 de abril de 2010

TRES CAMINOS DE JUVENTUD












                                                    "TRES CAMINOS DE JUVENTUD".


Caminos de angustia, caminos de incertidumbre, caminos ignorados, caminos que se incrustan en la inmensidad, caminos enmarcados, caminos imaginarios, caminos que el bajel dibuja sobre las aguas y desaparecen con la estela, caminos que terminan donde empiezan, caminos equivocados, caminos que van a ninguna parte, caminos del hombre, caminos de Dios, caminos de juventud.
Inconsistente junco navegando al garete sobre la inmensidad del mar, embatido furiosamente por olas que el viento en intento devastador levanta, mensaje de esperanza que no cubre la distancia. Hoja sin vida flotando sobre las aguas del río sin rumbo fijo, aspas del molino girando acompasadamente hasta harinar el trigo en el sabor del tiempo, labios que en la oscuridad y silencio besan ansiosos la soledad, miradas sin destino, ansias perdidas al comienzo del camino. Flores en botón que no abren sus corolas, porque manos impiadosas arrancan sus pétalos invocando secretos de amor. Todo un mundo de ilusiones, de equívocos y ambiciones, de promesas y bendiciones en cadena interminable de dolor y frustraciones. Así va transitando paso a paso el desigual camino. Con ansia constante de encontrar destino, como brújula influenciada por extraña fuerza que pierde su cordura para girar sin conciencia, desordenadamente. Sueño que en principio se torna inalcanzable, cruda realidad que hiere como filoso sable en agitar sin tino, desolando todo con denodada furia en el largo trajinar de algún camino.
Todo es impiedad, todo duda, la insana acritud se vuelca ¡Triste inmolación! Para frenar con mano ruda, la intrépida y vibrante voluntad del corazón desnudo. Este conjunto de alocados sueños en mística trilogía de ayer y hoy, conforman la poderosa fuerza que Rivas pudo y Campo Elías condujo hasta la gloria de Bolívar con inenarrable honor. Y así, en cada palmo de este inmenso mundo, está un joven alegre o iracundo, ansiando participar como Primero, dejando para siempre ese sitio de Segundo. Hace mucho que en este eterno gravitar, el "Viejo Lobo" dejó de ser Rey de la Mar. Aquel de gorro raro y pipa curva que gritaba desde el puente la maniobra a realizar, se fue con el tiempo, con el viento y con la historia del mar. Hoy un joven apuesto y galano, humano y científico, posee todos los conocimientos del "Lobo". Ya el grito ensordecedor del ¡Avante! ¡A Babor! ¡A Estribor! Se quedó con el Lobo, porque el joven Capitán de ahora para ordenar ese Avante, A Babor o A Estribor, emplea tan solo un dedo para pulsar un botón y la maniobra se cumple según sea la pulsación.
Gratos recuerdos, respeto y admiración para Aquel, el forjador de sueños, el de labor cumplida, el hacedor de ese hoy que concretó su vida. Esa trama de caminos que antaño nos dominó, es hoy sendero solitario, que mistifica el recuerdo de mundos desconocidos y se abre, con mágica ordenación en clamoroso trino de increíble magnitud.
Joven de mañana, destino tal vez mejor, joven de hoy en toda su plenitud y el de ayer aunque se dude, también tuvo juventud.
Tres senderos que la Divinidad creó, Caminos del Hombre, Caminos de Juventud y el Sublime de Dios.
La Amante del Tiempo.