"LA AMISTAD"
Reflexionar acerca de la amistad es transitar caminos profundos del afecto, es identificar al amigo y comulgar con su ser personal, es aprender a respetar los espacios y límites para no caer en el abuso, es llorar sus tristezas, reir sus alegrías, compartir sus éxitos y comprender que la grandiosidad del afecto de la amistad no tiene fronteras ni distancias, definitivamente es el sentir más hermoso y desinteresado que los humanos podemos corresponder.
El fino hilo de la amistad se consolida con cada gesto, detalle y atención que se le dispensa al amigo, es una especie de comunión espiritual, donde el egoísmo, la vulgaridad y la vileza no tienen cabida. El desprendimiento y la total honestidad así como la verticalidad, son requerimientos que se hacen indispensables al momento de hacer entrega de la amistad.
Muchas son las oportunidades donde afianzados en ese sentir, se atropella y abusa, es cuando la reflexión nos obliga al retiro con sus consecuentes secuelas de tristeza y dolor por la amistad perdida.
Es tan significativa, que se le compara con el vertiginoso correr de un río, con la grandiosidad del mar e inclusive con el ardoroso calor del sol. No existen cánones regulares para definir tan magestuoso afecto.
Personalmente tengo pocos amigos, pues al ser tan selectiva me veo obligada a entregarles parte de mi misma, lo que si puedo asegurar es que son tan valiosos los que tengo que copan mi espacio de mente y afecto, he llegado a concluir que si tuviera alguno más no me alcanzaría el cariño y tampoco tendría tiempo para atenderlo.
A esos pocos pero inconmensurables amigos les dedico esta Reflexión y les reitero mi querencia y respeto, sin dejar de mencionar que siempre estaré presta para cultivar ese sentimiento y de esta manera no perderlos jamás.
La Amante del Tiempo.