Gravitando mi alma entre la angustia y la soledad. encontré un camino nuevo, uno en el que desconozco todo tipo de sobre vivencia, pero en el que la paz se ha sembrado en mi alma para devolverme el sosiego, los temores ante lo desconocido otean constantemente mi espíritu y me alertan acerca de las conveniencias. Descubro cada día, que me identifico con esta nueva trayectoria, que no quiero dejar de andar sus caminos, que la plenitud llega de forma imprevista y me abraza. Encuentro que con cada paso que doy, la vida me regala sensaciones nuevas y desconocidas, el dolor y la soledad se van alejando de mi para dar paso al más increible de los afectos, la sensación de estar viva, el resurgir del más profundo desconcierto para emerger a la lucidez de los sentimientos.
Maravillosa vida que te muestras dadivosa, no reparas en ofrendarme los más caros y preciados regalos, no ceses, no detengas tu incontable afán por ayudarme a encontrar de nuevo la felicidad, enséñame a visualizarla y que tenga la suficiente entereza para reconocerla donde quiera que esté y no dejarla escapar.
Presta estoy para recibirla, es demasiado grande el sentimiento del amor como para despreciarlo, no solo le daré la más grandiosa de las bienvenidas sino que lo cultivaré cada día que me quede por recorrer en el ocaso de mi vida.
Mis brazos están abiertos, mi corazón extendido y mi mente preparada para atesorar en ella los antiguos recuerdos, aquellos que me empujan a un nuevo amanecer en el amor.
La Amante del Tiempo.
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